Fotografía realista de Ogbe Tua mostrando un altar africano tradicional bajo luz suave y natural. Un hombre con túnica blanca sostiene una cadena de adivinación frente a una mesa con hierbas, una piedra y tierra rojiza. Escena espiritual de Ogbe Tua que refleja sabiduría y conexión con la naturaleza en un entorno rural africano.

OGBE TUA (Ogbe Otura): Análisis Profundo y Consejos Claves

Ogbe Otura , también llamado Ogbe Tua o Ogbe Tualara , es un signo mayor dentro del sistema de adivinación de Ifá. Su nombre combina «Ogbe» (luz, claridad, inicio) y «Otura» (un estado de reflexión y estabilidad), sugiriendo un camino donde la iluminación llega tras superar pruebas. En su esencia, este oddun habla de la búsqueda de la longevidad, la prosperidad y la armonía familiar, pero advierte que el éxito depende de escuchar los consejos de Orunmila, el orisha de la sabiduría.

Espiritualmente, Ogbe Otura está vinculado a Orunmila, Olofin y Oshún, quienes juegan roles clave en sus historias. Es un signo que refleja la lucha entre el bien (iré) y la adversidad (osogbo), enseñándonos que el sacrificio y la humildad son puertas hacia la estabilidad.

Características del signo Ogbe Tua

Simbología

  • Números : 1 (inicio) y 3 (equilibrio).
  • Colores : Blanco (pureza), rojo (fuerza), y tonos dorados (prosperidad).
  • Animales : Gallo (sacrificio), codorniz (abundancia), jutía (resistencia).
  • Elementos : Tierra (estabilidad), fuego (transformación).

Rasgos de personalidad

Quienes nacen bajo Ogbe Otura suelen ser personas ingeniosas, con una mente aguda y una disposición a prosperar. Sin embargo, pueden caer en la complacencia o la desobediencia si no cultivan la paciencia y el respeto por las tradiciones. Son líderes naturales, pero deben aprender a no dejarse llevar por la envidia o el exceso de confianza.

Refranes del Signo Ogbe Tua

  • Tiene posición ventajosa: sugiere que, a pesar de los desafíos, hay una posición de ventaja que puede ser alcanzada con esfuerzo y perseverancia.
  • Sabe pensar: destaca la importancia de la inteligencia y la capacidad de pensar de manera crítica para superar obstáculos
  • El cuero peligroso: advierte sobre los peligros que pueden surgir en el camino hacia la prosperidad.
  • La tierra pudre pero no muere: simboliza la resiliencia y la capacidad de recuperarse de las adversidades.
  • El que pida un fósforo, debe antes pedir un tabaco, sino se irá con su candela sin recompensa: enfatiza la importancia de la reciprocidad y la gratitud en las relaciones.
  • Debes de dar antes que recibir: subraya la importancia de la generosidad y la ayuda mutua.
  • Ya bebí, ya comí, canta la codorniz cuando está repleta: Habla de la satisfacción y la plenitud después de haber superado desafíos.
  • Un mayor que se propasa en exceso, pierde todo el respeto y prestigio: advierte sobre los peligros de abusar del poder o la autoridad.
  • Da una cosa y toma otra: sugiere la importancia del intercambio justo y equitativo.
  • Una flecha no mata un pensamiento: destaca la fuerza del pensamiento y la inteligencia sobre la fuerza física.

Obras Asociadas a Ogbe Tua

  • Para la memoria : Machacar cabeza de gallina, ori (manteca de cacao) y hierbas de Ozain, envolviéndolo en hojas de algodón para aplicar en la frente.
  • Para la prosperidad : Llevar eran malú (carne cocinada), vino y miel al pie de un jagüey en el monte.
  • Para problemas familiares : Ofrecer un akukó (gallo) a Eshu y adié (gallinas) a Orunmila.

Hierbas Relacionadas (Eweses)

  • Aguinaldo Blanco y Morado : Purificación y protección.
  • Albahaca : Atracción de bendiciones.
  • Eucalipto : Limpieza espiritual.
  • Jagüey : Fuerza y ​​conexión con la tierra.

Generalidades del Signo Ogbe Tua

En Iré (Bendiciones)

Cuando sale en bendición, Ogbe Otura promete prosperidad, longevidad y armonía familiar. Es un signo de «fortuna grande en el camino». Por ejemplo:

  • Iré Ariku : Salud y vida larga si se siguen los sacrificios.
  • Iré Ashegun Ota : Victoria sobre enemigos mediante la obediencia a Orunmila.

Sin embargo, estas bendiciones requieren acción: salir a la calle, cumplir promesas pendientes y honrar a los Egun (ancestros).

En Osogbo (Adversidad)

En adversidad, Ogbe Otura señala problemas como:

  • Ikú (muerte) : Por desobediencia o maltrato, como el conflicto entre Oshún y Orunmila.
  • Arón (enfermedad) : Siclemia, diabetes o trastornos sanguíneos si no se cuida la salud.
  • Ofo (pérdida) : Trabajo o memoria en riesgo por negligencia.
  • Eyó (tragedia) : Conflictos familiares o chismes que escalan.

Para revertir el osogbo, Ifá insiste en hacer ebbós a Egun primero, evitar discusiones y respetar las prohibiciones.

Nace en Ogbe Tua

  • El Opele, donde por primera vez se amarró el Opele con cadena
  • Oro-iña, la voz del volcán, el más poderoso de todos los Ebora Orishas.
  • Los secretos de Azowanu.
  • La Siclemia o Anemia Falciforme y las enfermedades sanguíneas.
  • El conocimiento de las Esculturas.
  • Que los Babalawos por primera vez usaran Gorros.
  • El Agujero que se abrió por primera vez.
  • Afimaye, la sombra entre Orunmila y el Awo.
  • El Domingo.
  • El Ebbó de los Iworos.
  • Donde por primera vez se ahumó la carne.
  • La ceremonia de la apertura del año.
  • Donde Shangó come Codorniz junto con Olofin.
  • Nacieron las dos manos de Ifá.
  • Eshu Agogoro.
  • Aquí se conoció el cielo.

Dice Ifá en Ogbe Tua

Ogbe Tua En lo personal

Este signo te invita a cultivar tu ingenio, a ser el sabio que discierne antes de actuar. Sin embargo, te advierte de la complacencia: si te dejas llevar por la euforia o descuidas tu salud, la sombra de Afimaye caerá sobre ti. La sangre y el cerebro son tus puntos frágiles; cuídalos. Hazte chequeos mensuales, bebe hierbas sanadoras como sasafrás, y no ignores el insomnio que a veces te ronda. Eres un creador, un escultor de tu propio destino, pero solo si te alineas con la disciplina que Orunmila exige.

Ogbe Tua En las relaciones

«Los hijos se comen a la madre». En Ogbe Otura , las relaciones son un espejo de tu alma: pueden ser tu fuerza o tu ruina. Tus hijos, si los tienes, podrían volverse desobedientes, incluso enemigos, si no los guías con firmeza y amor. Sé buena madre o padre, porque aquí los pequeños hacen sufrir a quien los trajo al mundo. En el amor, evita el maltrato; la maldición de Oshún a Orunmila por su descuido te recuerda que herir a quien ama abre heridas que no cierran. Honra a tu pareja con reciprocidad, y si tu padre ha partido, hazle misas para que su espíritu te sostenga. La familia es tu raíz; no la descuides.

Ogbe Tua En la Suerte

En Ogbe Otura la prosperidad está al alcance de tus manos. Pero no vendrá si te quedas quieto. Sal a la calle, busca el iré que te espera, y no llores el dinero que gastes en ebbós, pues es semilla de abundancia. Este signo trajo el comercio, la reciprocidad, y te pide ser generoso como Orunmila con Abaño: da antes de recibir. Tu suerte crece con el sacrificio; un akukó a Oggún o una prenda de oro lavada por tu padrino te abrirán puertas. La tierra pudre pero no muere: confía en que tu esfuerzo florecerá.

Ogbe Tua y Los enemigos

En Ogbe Otura , tus logros despiertan envidia. Los enemigos no siempre vienen de fuera; a veces son tus propios hijos desobedientes o amigos que traicionan en silencio. El chisme teje redes a tu alrededor, y una persona «que no es legal ni con sus amigos ni con nadie» podría cruzarse en tu camino. Haz ebbós a Eshu para que los desenmascare, y no te enredes en trabajos mutuos que terminen en robo, como le ocurrió a Ariku con los tesoros de su padre. Tu victoria está en la vigilancia y la fe.

Las Advertencias de Ogbe Tua

«No levantes la mano a una mujer, menos aún a una hija de Oshún, o su maldición te seguirá». La desobediencia trajo la sombra entre Orunmila y el Awó; no se repite ese error. Evita las motos y los ciclos, pues el accidente acecha, y cuida al subir escaleras, que son trampas para tu cuerpo y espíritu. No tengas perros en casa; te roban la memoria, esa chispa que te hace brillar. Ifá te prohíbe criar hijos ajenos y mentir, porque las falsedades se vuelven verdades que te hieren. La tierra se abrió por los pecados; no tientes su ira con arrogancia.

Ogbe Tua en el amor

Las personas bajo Ogbe Otura viven el amor con intensidad y contradicción. Aman con generosidad, pero su orgullo o desobediencia pueden alejar a sus seres queridos. Buscan parejas que respeten su liderazgo, pero deben evitar el maltrato o la imposición, como advierte la maldición de Oshún a Orunmila. En el amor, este signo pide paciencia y reciprocidad para florecer.

Recomendaciones del Signo Ogbe Tua

  • Honra a los Egun : Haz ebbós a tus ancestros antes que a nadie.
  • Viste de blanco : Atrae pureza y protección.
  • Evita el arroz : Lávalo bien si lo consume, pues es tu «peor enemigo».
  • Cuida las escaleras : Previene accidentes físicos y espirituales.

Prohibiciones del Signo Ogbe Tua

  • No críes hijos ajenos : Evita cargar con responsabilidades que no te corresponden.
  • No mientas : Las falsedades se volverán contra ti.
  • No levante la mano a una mujer : Especialmente a una hija de Oshún, para evitar maldiciones.
  • No utiliza motos ni ciclos : Previene accidentes graves.
  • No tengas perros en casa : Roban tu memoria y claridad.

Rezos del Signo Ogbe Otura

Rezo en yoruba :
«Ogbe Tualara Olorun yeyé lemi Sheshe omo Olofin Kawo Ologueri adebe aboki owo efon oddun kete yebe Elegbara adidda du adi taure Olodumare ke foribale amo umbati lobe Adechino Awo adifafun Orunmila obara baniregun».
Traducción aproximada : «Ogbe Tualara, madre del cielo, hijo de Olofin, corona de sabiduría, dueño del dinero y la fuerza, que Elegbara abra el camino y Olodumare me bendiga. Orunmila, dame claridad y victoria.»

Patakies del Signo Ogbe Tua

Grabado antiguo en blanco y negro con colores vibrantes que ilustra Ogbe Tua, mostrando una hacienda africana tradicional. Un joven trabaja la tierra bajo el sol, mientras dos figuras se alejan hacia el horizonte. Un anciano en un trono observa, y un pantano con huesos de ganado revela traición. Escena espiritual de Ogbe Tua que refleja esfuerzo y justicia en un entorno rural africano

1. Los Reyes Destronados

En tiempos antiguos, bajo el ojo vigilante de Obatalá , existía una vasta hacienda donde el sol abrasaba la tierra desde el alba hasta el ocaso. Allí, tres jóvenes esclavos —el hijo de Shangó, el hijo de Oggún y el hijo de Elegba— sudaban juntos, labrando un destino entre surcos y reses. La vida era dura, un yugo de esfuerzo diario, pero en esa tierra sagrada yacía una promesa oculta. Un día, cansados ​​del polvo y el agotamiento, el hijo de Oggún y el hijo de Elegba susurraron un plan: abandonar la hacienda, buscar libertad en el vasto mundo. Invitaron al hijo de Shangó, pero este, con el corazón inquieto, decidió consultar a Ifá. Orunmila habló claro: «Quédate, trabaja con devoción, y la confianza de Obatalá te alzará como rey.» Así, mientras sus compañeros partían, él permaneció, sembrando su fe en el sudor de sus manos.

La Huida y el Destino Errante

El hijo de Oggún y el hijo de Elegba, con el viento en los talones, dejaron atrás la hacienda, soñando con un mundo que les diera más que callos y cansancio. Pero el camino que eligieron fue un sendero de espinas. Años pasaron, y sus pasos errantes no encontraron fruto: ni riqueza, ni hogar, ni paz. Harapientos y hambrientos, vagaron sin rumbo, mientras el eco de su decisión resonaba como un lamento. Obatala, en su silencio, observaba cómo la impaciencia los había despojado de su corona, dejándolos desnudos ante la vida. La tierra, que pudo haberlos sostenido, se volvió un espejo de su desazón.

La Ascensión del Hijo de Shangó

Mientras tanto, en la hacienda, el hijo de Shangó seguía el mandato de Ifá. Día tras día, su esfuerzo florecía bajo la mirada pura de Obatalá. Su constancia lo llevó a un momento sagrado: recibió Ifá, y con él, el título de rey. Obatalá, reconociendo su lealtad, lo nombró secretario de la hacienda, confiándole las llaves de su abundancia. El joven, tocado por el fuego de Shangó y la claridad de Orunmila, se alzó como un roble entre las cenizas de la duda. Su corona no era de oro, sino de sabiduría y paciencia, una lección viva de que el sacrificio siembra reinados donde otros solo ven cadenas.

El Regreso y la Sombra de la Envidia

Un día, el destino trajo de vuelta al hijo de Oggún y al hijo de Elegba. Sucios y derrotados, llegaron a la hacienda y encontraron a su antiguo compañero convertido en señor. El asombro dio paso a la envidia, un veneno que les quemó el alma. Aceptados de nuevo por la generosidad del hijo de Shangó, no agradecieron su bondad; en cambio, tramaron su caída. Comenzaron a robar ganado, sacrificando reses para saciar su hambre, y escondían los restos en el pantano del río que cruzaba la tierra. Creyeron que su traición pasaría desapercibida, pero los ojos de Ifá no duermen, y el espíritu de la justicia aguardaba en silencio.

La Revelación de Ifá y el Juicio Final

El hijo de Shangó, sintiendo un peso en su corazón, consultó a Ifá y vio Ogbe Otura . El signo le habló: «Tus enemigos te hieren en las sombras; haz ebbó con huesos de reses y llévalos al pantano». Preocupado por la falta de ganado que debía reportar a Obatalá, obedeció. Al llevar la ofrenda al río, se hundió hasta las caderas y su pie chocó con algo duro: una cabeza de res. Cavó más y descubrió un cementerio de traición. En acecho, vio a los hijos de Oggún y Elegba, culpables confesos por sus actos. Cuando rindió cuentas a Obatalá, este exigió claridad. El hijo de Shangó respondió: «Las reses que faltan las devoraron ellos y las enterraron; Ifá me lo reveló». Obatalá, con su justicia implacable, ordenó el destierro de los traidores, y el hijo de Shangó reinó en paz.

Grabado antiguo en blanco y negro con colores vibrantes que ilustra Ogbe Tua, mostrando una fiesta sagrada en un pueblo africano. Un joven y una mujer de piel colorada se miran con amor bajo antorchas, mientras un hombre mayor con leña observa desde la sombra. Escena espiritual de Ogbe Tua que refleja amor, tensión y perdón en un entorno rural africano tradicional.

2. Cuando el Padre Perdono al Hijo

En un pueblo bañado por el sol africano, vivía un hombre humilde, vendedor de leña y aceite, cuyo corazón latía con el sueño de transmitir su saber y su bendición espiritual a su único hijo. Este hombre, cargado de experiencia y fe, veía en el pequeño la promesa de un futuro luminoso. Con el paso de los años, el hijo creció fuerte y noble, convirtiéndose en un hombre digno del legado de su padre. Juntos, caminaban entre los árboles y los caminos polvorientos, tejiendo un vínculo que parecía irrompible, sostenido por la esperanza y la enseñanza.

El Encuentro en la Fiesta Sagrada

Una noche, el pueblo se vistió de fiesta para un ritual sagrado, donde tambores y cantos llenaban el aire de energía divina. Allí, entre las sombras danzantes, el hijo del cruz vendedoró su mirada con una mujer de belleza deslumbrante: piel colorada como el amanecer, sonrisa cálida y ropas que brillaban como ofrendas al cielo. La chispa entre ellos fue instantánea, una amistad que pronto floreció en amor profundo. El padre, perdido en la celebración, no vio cómo el destino unía a su hijo con aquella mujer, ajeno a las corrientes que pronto agitarían sus vidas.

La Sombra del Pasado

Años atrás, en otra fiesta bajo las mismas estrellas, el vendedor de leña había conocido a esa misma mujer. Un romance fugaz había danzado entre ellos, sin raíces ni promesas, desvaneciéndose como humo en el viento. Pero cuando supo del amor entre ella y su hijo, un frío recorrió su alma. Aunque aquel vínculo pasado no había sido amor, el corazón del padre se endureció, y su trato se volvió distante, tanto con el hijo como con la mujer colorada. Una tensión silenciosa creció, un muro invisible entre padre e hijo, pues este último ignoraba la historia que su padre guardaba en secreto.

La Verdad y el Perdón

El tiempo, paciente como la tierra, fue desvelando la inocencia de los amantes. La mujer no sabía que aquel joven era hijo del hombre que una vez la cortejó, y el hijo no conocía el eco del pasado que resonaba en su padre. Ninguno había buscado herir; sus corazones eran puros, guiados por un amor que no cargaba culpas. El vendedor, al fin, miró con ojos claros: su hijo no era un traidor, ni la mujer una sombra del ayer. Con el alma aliviada, extendiendo su perdón, un acto sagrado que sanó la herida entre ellos. El amor triunfó, y la paz volvió como un río tras la tormenta.

Enseñanza Espiritual

«Cuando el Padre Perdonó al Hijo» nos susurra que el amor verdadero no conoce el rencor, y el perdón es la llave que libera al corazón. En Ogbe Otura , Ifá enseña que los malentendidos pueden dividir, pero la verdad y la compasión se reconstruyen. Este patakí te llama a soltar las cadenas del pasado y abrazar la inocencia de quienes te rodean, porque en el perdón florece la bendición.

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