
OGBE KANA Análisis Completo y Consejos Claves
Ogbe Kana es uno de los 256 signos de Ifá, el sistema de adivinación yoruba que revela secretos espirituales y terrenales. Este oddun destaca por su conexión con Obatalá, Shangó y Oduduwa, y se asocia con la lucha interna entre el dominio y la resistencia. En Ogbe Kana, Ifá advierte sobre la influencia de enemigos ocultos, enfermedades repentinas y pruebas de carácter que pueden definir el destino de una persona.
Este signo simboliza la fortaleza que, sin darse cuenta, puede verse erosionada por fuerzas invisibles, como la montaña que parece firme pero es desgastada lentamente por el mar. También habla de la necesidad de no dejarse dominar por nadie, pues la sumisión ciega puede llevar a la ruina. La clave en Ogbe Kana es la prudencia: evitar la terquedad, protegerse de influencias negativas y fortalecer el espíritu a través de los sacrificios (ebó) son pasos esenciales para superar los obstáculos y alcanzar la estabilidad.
¿Qué significa Ogbe Kana?
Ogbe Kana es un signo de Ifá que surge de la combinación de Baba Ejiogbe y Baba Okana Meji. Ejiogbe, el primero de los 16 odduns mayores, representa la luz, el conocimiento y el destino trazado, mientras que Okana Meji, el octavo, simboliza la lucha interna, la impulsividad y los desafíos que moldean el carácter. La unión de estos dos signos da origen a Ogbe Kana, un oddun que refleja la necesidad de equilibrio entre la sabiduría y el control de las emociones para evitar la autodestrucción.
Este signo revela cómo las influencias invisibles pueden afectar el destino de una persona sin que esta sea consciente de ello. En Ogbe Kana, Ifá enseña que no basta con la fuerza o la determinación, sino que es fundamental la prudencia y el discernimiento para no caer en trampas impuestas por enemigos ocultos o decisiones impulsivas.
Este signo advierte sobre enfermedades repentinas, la importancia de protegerse espiritualmente y la necesidad de evitar discusiones inútiles. Para aquellos marcados por Ogbe Kana, seguir las recomendaciones de Ifá y realizar los sacrificios adecuados es clave para superar los obstáculos y alcanzar el éxito sin poner en riesgo su estabilidad.
En términos más profundos dentro de Ifá, Ogbe Kana habla de la necesidad de romper con patrones dañinos, evitar el dominio de otros y actuar con inteligencia para no ser destruido por influencias negativas.
Características del Signo Ogbe Kana
Simbología
- Números de Ogbe Kana
- 8: Asociado a Obatalá, representa la justicia, la paciencia y la claridad mental.
- 9: Relacionado con Oduduwa, simboliza las pruebas del destino y la necesidad de no caer en la sumisión.
- Colores de Ogbe Kana
- Blanco: Representa la paz y la protección espiritual de Obatalá.
- Rojo: Asociado a Shangó, refleja la energía para enfrentar batallas y resolver conflictos.
- Animales de Ogbe Kana
- Murciélago (Adán): Utilizado en rituales para protección y resolución de problemas.
- Chivo: Elemento clave en el Paraldo de este signo, utilizado para cortar influencias negativas.
- Gallo: Fundamental en ofrendas a Elegua y en eboses para abrir caminos.
- Elementos Naturales de Ogbe Kana
- Tuna espinosa: Representa la defensa contra enemigos y la capacidad de resistir en entornos hostiles.
- Mar: Símbolo del desgaste silencioso y de cómo las fuerzas ocultas pueden afectar sin ser percibidas.
- Corrientes de aire: Relacionadas con enfermedades repentinas y energías que pueden afectar el bienestar.
Rasgos de personalidad
Las personas marcadas por Ogbe Kana tienen una esencia de lucha y resistencia, pero también de aprendizaje a través de la adversidad. Son individuos con una fortaleza interna que muchas veces desconocen, lo que los lleva a subestimar sus propias capacidades o a permitir que otros los manipulen. Como la montaña que se derrumba lentamente por la erosión del mar, pueden parecer firmes y seguros, pero si no cuidan su espíritu y su estabilidad emocional, pueden caer ante influencias externas.
Son estrategas naturales, aunque en muchas ocasiones actúan impulsivamente antes de analizar su entorno. Este signo les otorga un carácter observador y reservado, lo que les permite percibir peligros ocultos, pero su desafío es aprender a actuar con astucia en lugar de con terquedad.
La dualidad de Ogbe Kana también se manifiesta en su relación con la autoridad y el poder. Si bien poseen una naturaleza independiente, muchas veces caen en la sumisión sin darse cuenta, como le ocurrió a Oduduwa en uno de los pataki de este signo. Son personas que deben aprender a tomar el control de su vida, sin dejar que otros los dominen o les impongan un destino que no desean.
Tienen una fuerza de voluntad admirable, pero su orgullo y testarudez pueden jugar en su contra. En ocasiones, prefieren seguir su propio camino aunque esto los lleve a conflictos innecesarios. Ifá les aconseja evitar la confrontación constante y utilizar la inteligencia y la diplomacia para superar los obstáculos.
Si logran equilibrar su carácter y aprender a discernir cuándo resistir y cuándo fluir, las personas de Ogbe Kana pueden alcanzar grandes éxitos. Son sobrevivientes por naturaleza y, como la tuna espinosa, desarrollan mecanismos de defensa que les permiten prosperar incluso en los entornos más hostiles.
Refranes del Signo Ogbe Kana
- «Toca el Cuerpo» : Este refrán sugiere una conexión directa con lo físico y lo espiritual.
- «La corriente está en el cuerpo» : Habla de las corrientes de aire o energías negativas que pueden debilitar a la persona, tanto física como espiritualmente.
- «El hombre desaprueba lo que pueda realizar» : Refleja el menosprecio o la duda que otros proyectan sobre las capacidades de uno.
- «La muerte no puede, después de comer la comida de una persona, matarla» : Simboliza la protección que ofrece el sacrificio (ebó). Una vez que se ha alimentado a los espíritus o a la muerte con ofrendas, esta pierde poder sobre la persona.
Obras Relacionas con Ogbe Kana
- Obra para alejar eggun oscuro:
- Este ebó se realiza con maíz, frijoles variados (bogbo eré), una gallina (adié), tela de colores (ashó ará) y dinero (opolopo owó), llevándose al cementerio junto con el paraldo y con la gallina.
- Obra para la salud:
- Consiste en un baño (ebó misi) preparado con hierbas como sasafrás, almácigo, ceiba y rompe zaragüey, seguido de un oborí con ocho frutas distintas.
- Obra para resolver conflictos:
- Se ofrece un pescado fresco (eyá tuto) a Shangó al pie de una ceiba (aragba), acompañado de rezos específicos para invocar su poder. Esta obra está destinada a resolver problemas graves, como guerras o dificultades laborales, apaciguando conflictos y asegurando la victoria mediante la intervención directa de Shangó.
Generalidades del Signo Ogbe Kana
En ire (bendiciones):
Cuando Ogbe Kana se presenta en «Iré» (bendición), anuncia un período de luz, protección y triunfo sobre las adversidades, guiado por la sabiduría de Orunmila, la pureza de Obatalá y el poder de Shangó. En este estado positivo, Ifá revela un poder renovador que eleva el espíritu y el cuerpo, alineándolos con las fuerzas sagradas que rigen el universo.
En «Iré», Ogbe Kana otorga una felicidad serena y duradera, simbolizada por el blanco puro de Obatalá, que envuelve a la persona en paz interior y claridad mental. Vestirse con este color, como recomienda el signo, no solo atraer bendiciones, sino que fortalece la conexión con lo divino, creando un reflejo de la estabilidad y la pureza. Shangó, con su fuerza imponente, despliega su bandera roja para disolver conflictos, tanto internos como externos, asegurando que las guerras se apaguen y que la victoria llegue. Será un tiempo donde las dificultades laborales se desvanecen, abriendo puertas a la estabilidad económica y al reconocimiento, gracias a la guía precisa de los Orishas.
En Osogbo (Adversidad):
Cuando Ogbe Kana aparece en «Osogbo» (adversidad), Ifá muestra a las personas un panorama lleno de riesgos y sombras que amenazan su vida y tranquilidad. Este odu, en su lado negativo, deja ver fuerzas oscuras que están al acecho y necesitan atención rápida para evitar problemas serios.
Ogbe Kana avisa a quienes lo consultan sobre eggun oscuros y espíritus que intentan llevárselos antes de tiempo. Las enfermedades escondidas aparecen como un enemigo silencioso, atacando de repente: la congestión pulmonar que les quita el aire o el tétano, que puede entrar por heridas y poner en peligro su vida. Los enemigos ocultos, actuando a escondidas, planean hacerles daño, quitándoles la paz con trampas que no se notan hasta que ya es tarde.
El signo también alerta a las personas sobre un riesgo grande en el trabajo: pueden quedarse sin empleo si no cuidan a los santos o dejan que otros controlen sus decisiones, llevándolos a perder dinero y respeto. Recoger animales enfermos o meter extraños en su casa, podría causar graves daños y conflictos familiares.
Nace en el Signo Ogbe Kana
- El Tablero (Atepón de Ifá) y sus Secretos, el Irofá: tablero sagrado que los babalawos usan para leer el destino, junto con el Irofá, la vara de adivinación.
- Donde le Quitaron el Poder a Yemayá: Ogbe Kana cuenta cómo Yemayá, la madre del mar, perdió su dominio sobre la tierra y tuvo que volver a las aguas, donde recuperó su fuerza.
- Donde Sacrificaron a Oduduwa: Este odu señala el sacrificio de Oduduwa, quien fue crucificado por dejarse dominar por Ejiogbe.
Dice Ifa en Ogbe Kana
El signo habla de la presencia de espíritus oscuros que intentan llevarse a las personas antes de tiempo, junto con enfermedades ocultas como la congestión pulmonar o el tétano, que pueden aparecer sin aviso. Advierte sobre enemigos escondidos que planean en secreto para hacer daño, y señala el riesgo de perder el trabajo si no se presta atención a los santos o se permite que otros tomen el control. También menciona problemas como las corrientes de aire que afectan la salud, y la posibilidad de meterse en líos al recoger animales enfermos o acoger extraños en casa.
Ogbe kana habla del nacimiento del Tablero de Ifá y el Irofá, (usted es Babalawo nato) herramientas clave para la adivinación, y el momento en que Yemayá perdió su poder sobre la tierra, regresando al mar, o el sacrificio de Oduduwa por dejarse dominar. Habla de conflictos grandes, como guerras que solo Shangó puede calmar con una bandera roja, otí y tambores durante seis días, y de temas personales, como la masturbación o la infelicidad por no escuchar consejos.
Para las mujeres, el signo indica riesgos en la matriz que pueden impedir tener hijos, mientras que a los hombres les aconseja no buscar a una pareja que se aleje. Recomienda vestirse de blanco para encontrar felicidad, bañarse con hierbas como sasafrás, almácigo, ceiba y rompe zaragüey para proteger la salud, y hacer eboses con maíz, frijoles, gallina y tela de colores, llevándolos al cementerio, o dar pescado fresco a Shangó para resolver dificultades. Prohíbe dejarse dominar por otros, asistir a bailes de máscaras, pelear con alguien o recoger cosas de la calle, y sugiere poner una tuna detrás de la puerta o un caballo de juguete al ángel de la guarda para protección.
Además, destaca la importancia de recibir Ifá para quienes nacen con este signo, ya que aquí se guardan los secretos del Tablero.
Ogbe kana en el Amor
Las personas con Ogbe Kana tienden a amar con una entrega profunda, pero esta pasión viene acompañada de riesgos y pruebas. El signo cuenta, por ejemplo, cómo Araka buscó a su esposa desesperadamente, haciendo un sacrificio para encontrarla, pero luego la perdió por no completar las ofrendas necesarias. quienes tienen este odu pueden lanzarse al amor con todo su ser, pero si no cuidan los detalles o no escuchan los consejos —como los de Ifá o sus Orishas—, corren el peligro de perder a quien aman. Su forma de amar es intensa, pero a veces impulsiva, lo que los lleva a enfrentar desilusiones si no hay equilibrio.
En la historia de Ekunkun, quien tomó la esposa del elefante, se ve cómo el deseo puede meterlos en conflictos con rivales poderosos, arriesgando su estabilidad por una relación. Esto indica que su amor puede ser valiente y desafiante, dispuesto a romper barreras, pero también vulnerable a traiciones o enfrentamientos.
Ogbe Kana en Hombres
Los hombres marcados por Ogbe Kana son personas intensas y decididas. El signo los presenta como individuos con un potencial nato para la adivinación, ya que aquí nace el Tablero de Ifá y el Irofá. Esto apunta a que tienen una habilidad natural para entender lo profundo y guiar a otros. Ifá dice dice que «Ogbe Kana es Babalawo nato y trabaja solo Ifá».
En cuanto a su carácter, estos hombres pueden ser obstinados o impulsivos. A veces actúan con pasión sin medir las consecuencias, lo que puede llevarlos a perder lo que valoran, como el amor o el trabajo.
Ogbe Kana les dice que no persigan a una mujer que se aleje. Además, corren riesgos de enfermedades ocultas, como el tétano por hincadas o la congestión pulmonar, y de quedarse sin empleo si no atienden a los santos o dejan que otros los dominen. El signo prohíbe recoger animales enfermos o acoger extraños en casa, señalando que su generosidad mal dirigida puede traerles problemas.
Ogbe Kana en Mujeres
Las mujeres de Ogbe Kana son personas intuitivas y resilientes, capaces de enfrentar situaciones difíciles con determinación. El signo las vincula al poder de los Orishas, como Obatalá y Shangó, sugiriendo que tienen una sensibilidad natural para lo espiritual. Su capacidad para proteger y nutrir se destaca en la necesidad de cuidar su hogar y su salud, lo que las hace aptas para roles de apoyo o sanación, ya sea en la familia o en la comunidad.
En su carácter, estas mujeres pueden ser apasionadas pero vulnerables a influencias externas. Ifá dice que enfrentan riesgos específicos en el amor y la fertilidad, como «daños que le perjudiquen su matriz y puedan tener hijos». Esto indica que su deseo de formar una familia puede verse amenazado.
Las mujeres de Ogbe Kana son fuertes y espirituales, con un amor protector pero vulnerable a retos físicos y emocionales.
Recomendaciones del signo Ogbe Kana
- Vestirse de blanco: este color atrae la felicidad, la paz y la protección de Obatalá, alineándolas con la estabilidad espiritual.
- Cuidarse de las corrientes de aire y la congestión pulmonar: Se aconseja evitar exponerse a corrientes de aire.
- Poner un pedacito de arrecife en el ebó: Incluir un trozo de arrecife en los sacrificios fortalece las ofrendas.
- No buscar a la pareja que se aleja: aceptar la pérdida para evitar más dolor o complicaciones.
- Recibir Ifá: Se recomienda a las personas recibir Awofaka o Ikofá.
- Dar comida a un difunto: Ofrecer comida a un eggun ayuda a calmar a los espíritus.
- Atender la casa y los santos: Cuidar el hogar y hacer ofrendas a los Orishas asegura protección y estabilidad en la vida diaria.
- Poner una tuna detrás de la puerta: Aleja a los enemigos ocultos y resguarda el espacio personal.
- Poner un caballo de juguete al ángel de la guarda: Refuerza la seguridad espiritual y la guía en el camino de las personas.
Prohibiciones del Signo Ogbe Kana
- No dejarse dominar por nadie: esto las lleva a perder su rumbo y estabilidad.
- No ir a bailes de máscaras: pueden exponerse a energías negativas o situaciones riesgosas que el signo busca evitar.
- No porfiar ni discutir con nadie: agrava las tensiones y atrae más problemas a su vida.
- No recoger animales enfermos ni traerlos a casa: esto puede traer enfermedades o energías dañinas al hogar.
- No traer gente de la calle a la casa: para evitar traiciones o influencias que las perjudiquen.
Rezo del Signo Ogbe Kana
Rezo en Yoruba:
«Ogbe Kana lordafun Obatalá lordafun Shangó ni miti alamoni alakosi moni yeun. Oggún babaré. Orunmila lorubo.»
Posible traducción:
Ogbe Kana alaba a Obatalá, alaba a Shangó, yo he conocido al rey que me da vida. Oggún, el padre valiente. Orunmila, cumple el sacrificio.
Patakines del Signo Ogbe Kana

1. EL NACIMIENTO DEL IROFA Y EL TABLERO
En los albores del mundo, Orunmila, el sabio portador de la sabiduría, compartía una amistad cercana con Ayanaku, el elefante de fuerza descomunal. Juntos se adentraban en el monte, trabajando hombro a hombro para ganarse la vida. Durante tres meses, por tres años seguidos, cortaban madera y recolectaban frutos bajo el sol ardiente, buscando el sustento diario. Pero la fuerza de Orunmila no igualaba la del elefante. Al final de ese tiempo, mientras Ayanaku había juntado una fortuna, Orunmila apenas reunió lo suficiente para comprarse un traje blanco, un manto puro que simbolizaba su espíritu.
Caminando hacia la ciudad, Orunmila, con esperanza en el corazón, le propuso a Ayanaku volver al monte para ganar más. El elefante, satisfecho con su riqueza, respondió con firmeza: «Regresa tú si quieres, yo ya tengo bastante». Orunmila, con su dinero gastado en el traje, decidió confiarle esa prenda blanca a su amigo para que la guardara en su casa hasta su regreso. Volvió al monte solo, dispuesto a esforzarse de nuevo. Tiempo después, con unas pocas monedas más en su bolsa, se reencontró con Ayanaku. Para su sorpresa, el elefante llevaba puesto el traje blanco. Al preguntarle por él, Ayanaku negó haberlo recibido: «Nunca me diste nada». La discusión escaló a una pelea, pero la fuerza de Orunmila no pudo contra la del elefante, y así, sus caminos se separaron con amargura.
Orunmila tomó el sendero hacia Ado, sin su manto blanco, mientras Ayanaku se dirigía a Alo, pavoneándose con la prenda. En su viaje, Orunmila cruzó caminos con un cazador de mirada afilada, quien le confesó que buscaba a un elefante. «Acabo de ver uno vestido de blanco por el camino de Alo», respondió Orunmila. El cazador siguió esa ruta, y al encontrar a Ayanaku, lo derribó con flechas certeras. Al abrirlo, halló el traje blanco dentro de su vientre, pues era el manto intestinal del animal. Luego, cortó la cabeza, el rabo y los colmillos del elefante y los llevó a Orunmila como ofrenda. Con el rabo, Orunmila creó el Iruke, un instrumento de purificación; con un colmillo, forjó el Irofá, la vara sagrada de adivinación; y con el hueso frontal, dio forma al Tablero de Ifá, la herramienta eterna para leer el destino. Así, de la pérdida y la traición, nació la sabiduría que guía a las personas hasta hoy.

2. AWO MONI BOSHE ERA INFELIZ PORQUE NO OIA LOS CONSEJOS DE SHANGO
En la tierra de Ganga ni Lode vivía Awo Moni Boshe, un sacerdote hijo de Shangó, el Orisha del trueno y la justicia. Este hombre cargaba con una responsabilidad pesada: dirigir su pueblo. Sin embargo, cada decisión que tomaba se deshacía como arena entre los dedos. Las cosechas fallaban, las enfermedades se esparcían como viento entre las casas, y las peleas entre los habitantes crecían sin control. Todo esto caía sobre él porque no escuchaba a su padre, Shangó, quien le pedía una y otra vez que se acercara a él y dejara atrás las enseñanzas dañinas de su madre, Eni Ofo Temi Ilo.
Eni Ofo, una mujer de carácter duro, había criado a Moni Boshe con mano firme, enseñándole solo lo negativo y tratándolo como si fuera su sombra inseparable. Por egoísmo, no quería que nadie más estuviera a su lado. Cuando Moni Boshe encontró una mujer para compartir su vida, su madre acudió a un secreto oscuro: una piedra sagrada, una otá. Frente a ella, recitaba palabras con intención: «Totori lala Eni Ofo Temi Ilo, madre de Awo Moni Boshe, mujer de pérdida, que la cabeza de mi hijo se aleje». Untaba la piedra con manteca de corojo y la cubría con un paño negro. Al hacerlo, la compañera de Moni Boshe se volvió distante y lo abandonó, dejándolo atrapado en la soledad.
Shangó veía esto con dolor, preocupado por su hijo que ignoraba sus palabras. Un día, cansado de esperar, tomó un bastón, hierbas calmantes y una gallina blanca. Con ellos, llamó al secreto de Eni Ofo con un rezo firme: «Oni Lele mafun Oporogun Awo Moni Boshe, que la madre de mi hijo despierte y suelte su amarre». Sacrificó la gallina sobre la otá, y la sangre rompió el poder de Eni Ofo, dejándola aturdida. En ese instante, Shangó llevó a Moni Boshe de regreso a Ganga ni Lode y le habló claro: «Gobierna esta tierra, olvídate de tu madre. Pégate a mí, que soy tu salvación. Dirigir será duro, pero su influencia siempre te alcanzará si no me sigues».
Aun así, Moni Boshe no escuchaba. Su mente seguía atada a su madre, y Ganga ni Lode se hundía en atraso y enfermedad. La gente, desesperada, se reúne frente a su casa, suplicando salvación. Él prometió llamar a Shangó, y su padre llegó al instante. Pero cuando Moni Boshe intentó guiar a su pueblo con mensajes y obras, todo empeoró: los enfermos morían, el caos crecía. Shangó, en su justicia, dejaba que el sufrimiento enseñara a su hijo la lección que no quería aprender. Al fin, roto por la desgracia, Moni Boshe cayó a los pies de Shangó, llorando y pidiendo perdón. «Te obedeceré en todo», juró, y rogó que su madre fuera perdonada para ayudarle en una ceremonia.
Eni Ofo, al ver a su hijo destruido, también se arrepintió. «No volveré a tocar la otá», prometió, pidiéndole perdón por su egoísmo. Moni Boshe la ayudó de vuelta y le preguntó a Shangó: «¿Qué ceremonia debía hacer para salvar mi tierra?». Shangó respondió: «Busca un pescado fresco y llámame junto a una ceiba con tu cabeza limpia». Moni Boshe hizo el sacrificio, recitando:
Salara ordo ni ifá Awo Moni Boshe abeyemi ifá kori bo wo ayé oni lorun Oduduwa Orunmila awa Ifá moyare odara ifá Shangó aguani lorun , y cantando:
Eyá a lerí, Eyé Eyeni Lerí Aragba Feleguegue Awa Boreo . Shangó puso sus manos sobre su cabeza y dijo: «Ve ahora a tu tierra. La salvarás poco a poco, aunque los problemas nunca desaparecerán por completo». Y así, con fe renovada, Moni Boshe comenzó su camino de redención.

3. El Mal Agradecido y las Espinas de la Tuna
En tiempos antiguos, la Tuna Brava crecía entre los árboles altos y bajos del monte, pero sus ramas lisas y sin espinas la dejaban indefensa. Los animales que pasaban a su lado se rascaban contra ella, derribándola sin piedad. Sus hijos, pequeños hermanos tiernos, también caían aplastados bajo el peso de ciervos y monos. Cansada de tanto sufrimiento, la Tuna Brava buscó la casa de Orunmila, el sabio de Ifá, con el corazón apesadumbrado. Entre lamentos, le contó cómo su vida se deshacía en el suelo del bosque.
Orunmila la escuchó con atención y, tras consultar su tablero sagrado, vio este signo, Ogbe Kana. Sin demora, marcó una rogación para salvarla. Tomó un cuchillo afilado y comenzó a hacerle cortes precisos en su piel verde y gruesa. Luego, con sangre de una ofrenda y un preparado especial, insertó púas puntiagudas en cada incisión. Pasaron los días, y cuando los nuevos brotes de la Tuna nacieron, ya traían espinas afiladas como lanzas diminutas. Los animales, al sentir el pinchazo, se alejan con respeto. Así, la familia de la Tuna prosperó, pero su cambio tuvo un costo: sus parientes en el monte los rechazaron, y ella, con sus hijos, se mudó al desierto, un lugar árido donde nadie los molestaba.
Años después, Orunmila se encontró en una guerra feroz, superado por un enemigo implacable. Recordó entonces el favor que había hecho a la Tuna Brava y, con esperanza, fue a buscarla al desierto. «Necesito tu ayuda para ganar esta batalla», le suplicó, confiando en su gratitud. Pero la Tuna, endurecida por su soledad, lo miró con frialdad y respondió: «No puedo ayudarte». Orunmila, herido por su indiferencia, alzó la voz: «¡En verdad eres una mal agradecida! ¿Acaso olvidaste cómo te salvé cuando estabas caída?». Sus palabras resonaron como truenos, y la Tuna, al reconocer la verdad en ellas, bajaron sus ramas espinosas en silencio. Avergonzada, acepto seguirlo y lo apoyó en la guerra, asegurándole la victoria que tanto necesitaba.
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